La Experiencia Profesional es un valor que no tiene precio

Estamos a inicios de la tercera década del siglo XXI, las tecnologías, las comunicaciones y las Redes sociales se han posicionado en una sociedad que busca resultados, números, trbajo automatizado, dinero facil, juventud flexible y líquida; todo esto ha provocado un enfoque de la vida, de la sociedad, de las profesiones, bastante liviana. Hoy ya no se valora la experiencia, el trabajo profesional con ética, la sabiduría práctica y el conocimiento acumulado, lo cual hace ver que se va detriorando la calidad profesional, las relaciones de calidez entre profesionales, el valor de la familia,  la amistad y el respeto por el otro. Atribuimos todo esto a la influencia exagerada de las máquinas, de la falta de líderes auténticos que reflejen honestidad, disciplina y rigor en su compromiso social. La Política nos ha decepcionado, está llena de mediocres, mal educados y delicuentes. Lo público se ha desvalorado, porque los que gestionan las instituciones lo hacen para sus intereses y sus pequeños grupos.  Las Instituciones ya no representan la seguridad y la justicia humanas. Las leyes y acciones estpan centradas en privilegios y el dinero. En fin, todo estamos inmersos en esta sociedad líquida y poco creible, los seres humanos hemos perdido las utopías, la solidaridad dignificante y la compasión indicativa del amor.